Me presento: soy Eukene Alday Abasolo, tengo 24 años y resido en Lezama, Álava.

En verano de 2019 tuve la suerte de ser una de las participantes del programa Juventud Vasca Cooperante del Gobierno Vasco, que me dio la oportunidad de vivir una experiencia de tres meses de cooperación en uno de los proyectos de Egoaizia. Concretamente, en la Escuela Deportiva Eibar-Piura, una organización que tiene por objetivo desarrollar un trabajo planificado con el deporte de los niños, niñas y jóvenes de las zonas urbano marginales y rurales de la región de Piura.

De la mano de mi compañero Alain, en julio pusimos rumbo a Piura (Perú) sin saber que ese verano se convertiría en uno de los viajes más especiales de nuestra vida.

Durante estos tres meses, nuestra labor principal dentro de la Escuela fue guiar y trabajar en los entrenamientos de fútbol de las diferentes categorías femeninas. En estas sesiones además de trabajar el rendimiento deportivo, aprovechamos para trabajar otros aspectos que consideramos importantes como los valores, la vida saludable o el empoderamiento femenino. No obstante, de manera más puntual también realizamos jornadas de trabajo en universidades de la comarca, acompañamiento en clases de educación física en una escuela pública o acompañamiento en la dirección técnica de los campeonatos oficiales.

Cuando terminan los tres meses, vuelves a casa y te paras a pensar en todo lo que has vivido. Piensas en lo afortunada que has sido por haber tenido la oportunidad de vivir esta pedazo de experiencia y comienzas a valorar todas las cosas positivas: el haber conocido un proyecto desde dentro, el cariño con el que nos han tratado todas las participantes de la escuela, el convivir con una familia encantadora como es la de Wilmer y Gloria, etc. Realmente me resulta muy difícil explicar cómo me he sentido todo este tiempo y lo que ha puesto esta experiencia para mi, pero lo que si se es que siempre recordaré con especial cariño este verano y a toda la gente que me he encontrado en este camino.