Cuando hacemos un consumo responsable y crítico, significa que pensamos antes de comprar o usar algo. Consideramos cómo afecta al medio ambiente, a la justicia social y a las personas de nuestra ciudad, usando nuestros recursos de manera inteligente en la calle y en casa.
Tenemos la posibilidad de consumir de manera que los comercios cercanos se desarrollen, de proteger el trabajo digno y salvaguardar la naturaleza para que las futuras generaciones puedan disfrutar de ella. ¡Así hacemos una diferencia positiva al elegir productos y servicios!